Hipertensión Arterial

La hipertensión arterial es un problema muy frecuente en la comunidad. En nuestro país, aproximadamente el 35 % de la población presenta hipertensión arterial y toma medicación para su control. Es por esto que casi a diario escuchamos hablar a los pacientes  o vemos que los medios de comunicación informan sobre  los posibles riesgos, tratamientos o simplemente experiencias de personas que asocian la hipertensión a otras dolencias o situaciones determinadas. Muchos de estos conceptos o asociaciones son verdaderos, mientras que otros pertenecen a la categoría de mitos.

Aclaremos que para la población general, consideramos hipertensión arterial ( HTA) a registros de presión en reposo, mayores o iguales a 140/90 mmhg.
Este artículo busca aclarar algunos de estos conceptos o creencias “populares” sobre esta enfermedad, siempre a la luz de nuestra experiencia en el manejo de pacientes y  de la evidencia científica existente sobre esta enfermedad.

1)    ¿Se asocia la hipertensión arterial al dolor de cabeza?

Es frecuente escuchar en el consultorio que los pacientes cuando le duelen la cabeza, se toman la presión, pensando que la causa de su dolor es el aumento de la misma. En términos generales, la presión arterial elevada no produce la cefalea, sino que es una respuesta del organismo frente al dolor, es decir no es causa, sino consecuencia del dolor. Sólo un porcentaje muy bajo, en casos especiales, generalmente asociado a  cifras de presión muy elevada o un aumento muy rápido de la misma, puede generarse un tipo de dolor particular.
En resumen, debe quedar claro que la hipertensión arterial no produce síntomas.

2)    ¿Cuando me sangra la nariz, es porque aumentó la presión arterial?

También es falso, la hemorragia nasal, también llamada epistaxis, en términos generales no se asocia a un aumento de la presión. Sólo un 6% de los casos podría, hipotéticamente deberse a un aumento de la Tensión. Habitualmente los sangrados nasales se producen por ruptura de un capilares, o pequeños vasos sanguíneos producto de muchas otras causas (resfrío, uso de corticoides locales, debilidad inespecífica de un capilar, etc.) pero no por aumento de la presión.

3)     Las hemorragias conjuntivales, son producidas por la HTA.

Con las hemorragias conjuntivales (nos despertamos y vemos una mancha de sangre en la parte blanca del globo ocular), sucede lo mismo que con los sangrados nasales, no se producen por un aumento de la presión arterial, aunque a los pacientes cuando son atendidos con este cuadro, siempre les controlen la presión. Sólo un pequeño porcentaje podrían estar asociados.

4)    ¿La hipertensión, se transmite de generación en generación?

Lo que se transmite de generación de generación, no es la hipertensión, sino el riesgo de sufrirla. Es un factor de riesgo que predispone pero no determina que vayamos a serlo. El mantener hábitos saludables, como la práctica de actividad física de manera regular, una alimentación balanceada, con poca cantidad de sal y mantener un peso adecuado, son factores muy importantes y decisivos para evitar que se manifieste la enfermedad. 

5)    ¡Doctor, mi hipertensión es nerviosa!

La causa de más del 90 % de la HTA es primaria, es decir por un desajuste en los mecanismos intrínsecos que tiene el organismo para mantener la llamada “homeostasis” (mantenimiento de valores normales de temperatura corporal, presión arterial, frecuencia respiratoria, composición química de la sangre,etc.).
Sólo unos pocos casos de HTA se producen por  alteraciones renales, hormonales, etc., es decir, son secundarias a estos problemas.
En definitiva, la HTA no es nerviosa, aunque ya sabemos que el stress crónico puede desencadenar la hipetensión (actúa como factor de riesgo) y una situación de stress aguda puede producir un registro elevado de la presión arterial.

6)    ¿La medicación para la HTA produce disfunción eréctil?

Si, la medicación antihipertensiva puede provocar este efecto. Sin embargo también la hipertensión genera lesiones vasculares que producen disfunciones sexuales. En definitiva, no mantener niveles adecuados de presión genera disfunción. Por este motivo, como la medicación que utilizamos para controlar la TA  afecta en mayor o menor medida la función eréctil, es muy importante cumplir con los otros aspectos del tratamiento, es decir la actividad física, el peso adecuado, la alimentación balanceada para que necesitemos la menor cantidad de fármacos posible y en la menor dosis para el control de la presión y de esa manera no ver afectada nuestra vida sexual.

7)    ¿La hipertensión es silenciosa?

Es real, como dijimos al comienzo, la HTA no da síntomas, es decir podemos sentirnos bien y tener niveles elevados de presión, que con el tiempo van dañando los llamados “órganos blancos”, (corazón, cerebro, riñón, retina, vasos sanguíneos ), que son vitales para el ser humano. 

8)    ¿Tomar alcohol, aumenta la presión arterial?

El alcohol, en sí mismo no aumenta la presión. No hay problema en tomarlo de manera moderada. Lo que puede llegar a hacer es disminuir  la eficacia de la medicación que se toma. En términos generales, si la HTA está bien controlada, no habría inconvenientes en tomar de manera moderada alcohol.

9)    ¿Doctor, si se juntan las dos presiones es más peligroso?

El movimiento de la sangre dentro de los vasos sanguíneos sigue principios físicos, de hidráulica, partiendo de una bomba (el corazón) que genera una presión máxima ( presión sistólica) y cuando se relaja para llenarse nuevamente de sangre, disminuye la presión en las arterias, determinando la presión mínimo ( diastólica). Esta diferencia de presión es la que hace que la sangre fluya, se movilice dentro de los vasos sanguíneos, desde la zona de mayor presión a la de menor presión. Si estas presiones se igualaran, es decir se juntaran, significaría que la sangre dejaría de moverse, es decir estaríamos muertos. Nunca pueden juntarse las presiones. Sólo debemos tener en cuenta los valores por separado y determinar si alguno de ellos están en el rango de hipertensión.

10)    ¿Si empiezo a tomar medicamentos para la presión arterial, los voy a tener que tomar toda mi vida?

En términos generales, es cierto siempre y cuando se haya elegido correctamente el momento de inicio de la medicación. En casos particulares, cuando se ha podido adherir adecuadamente al tratamiento no farmacológico ( actividad física regular, alimentación adecuada, cesación tabáquica, peso adecuado) con un  cambio de estilo de vida  muy marcado, hipertensión es leve a moderada, o  el diagnóstico de HTA coincidió con situaciones vitales muy determinadas ( divorcio, duelo, desocupación, stress, ansiedad, etc.) y logra resolverse esas situaciones, podría darse el caso de poder mantener registros adecuados de presión arterial sólo con el tratamiento no farmacológico pudiendo suspenderse la medicación, siempre por indicación del médico y controles adecuados.

Luego de haber intentado aclarar estos conceptos, no queremos terminar este artículo sin reforzar e insistir en la importancia de disminuir otros factores de riesgo modificables como el tabaquismo, el sobrepeso, la falta de actividad física, el consumo excesivo de sal con los alimentos y el stress. La adopción de hábitos saludables, no sólo nos va a permitir prevenir enfermedades cardiovasculares sino que también mejorará considerablemente nuestra calidad de vida.