Decisiones compartidas

Acerca de las decisiones compartidas 

“No hay decisiones sobre mí sin mí.”


Frecuentemente, profesionales de la salud y pacientes nos enfrentamos con situaciones en salud donde hay distintas alternativas razonables para decidir, y la opción más “apropiada” depende del contexto del paciente, de cómo valoran las opciones y cuáles prefieren.

La toma de decisiones compartida es esencialmente una conversación entre dos expertos: el personal de la salud, quien conoce la evidencia científica (información y estadísticas) que permite identificar y caracterizar las opciones disponibles ante un problema de salud, con sus respectivas ventajas y desventajas; y los pacientes, quienes conocen lo que es más importante para ellos y su entorno.

La toma de decisiones compartidas ocurre cuando profesionales de la salud comparten la información de un modo que sea comprensible para el paciente, se aseguran que la entiendan, y juntos deliberan cuál es la mejor opción para esa situación particular.

 

Relevancia

En esencia, lo que intenta promover y mejorar la toma de decisiones compartidas es:
 

- El respeto por la autonomía del paciente.

- El conocimiento por parte de los pacientes de su problema de salud, las diferentes opciones de tratamiento y las ventajas y desventajas de cada una.

- El involucramiento de los pacientes en su propio cuidado.

- La satisfacción de los pacientes con el cuidado que reciben.

- La confianza de los pacientes sobre su conocimiento y sus habilidades para el auto-cuidado.

- La comunicación entre pacientes y profesionales de la salud.

Los profesionales de la salud estamos interesados en la toma de decisiones compartidas porque contribuye a mejores relaciones entre pacientes y profesionales, con mejores resultados a largo plazo en la salud de la gente. También nos ayuda a alcanzar el imperativo ético de asegurar que todos los pacientes entiendan acerca de su problema o condición y las distintas opciones de estudio o tratamiento disponibles, y puedan elegir teniendo en cuenta sus valores y preferencias.

 

Aplicación práctica

Estas tres preguntas simples disparan el diálogo entre médicos y pacientes acerca de las diferentes opciones de tratamiento y sus potenciales beneficios y riesgos, y al mismo tiempo fomentan la participación de ellos en las decisiones sobre su salud:
 

                                     1. ¿Cuáles son mis opciones?
 

                                     2. ¿Cuáles son los posibles beneficios y riesgos de esas opciones?
 

                                     3. ¿Con qué frecuencia se presentan los posibles beneficios y riesgos de cada una de ellas?



Tanto profesionales de la salud como pacientes pueden tenerlas en cuenta para fomentar la toma de decisiones compartida en la consulta.
Existen herramientas que son específicas para ciertos problemas de salud que se pueden utilizar para facilitar la comunicación entre médicos y pacientes. Las pueden explorar en la sección de Recursos.