Porqué controlar la presión arterial

La presión arterial es una medición que se realiza con un tensiómetro (esfingomanómetro) manual o automático que mide la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea sangre a su cuerpo. Hipertensión es el término que se utiliza para describir la presión arterial alta.

La hipertensión arterial es una condición frecuente en la población adulta que puede darse en niños, jóvenes y adultos mayores pero va aumentando con la edad y cerca del 65 % de los mayores de 60 años la presentan.

Las personas que presentan hipertensión arterial a lo largo del tiempo sin controlarla tienen un riesgo mayor de presentar problemas cardiovasculares como por ejemplo infarto cardíaco, accidentes cerebrovasculares o insuficiencia cardíaca, y también un riesgo mayor de mortalidad por estos eventos.

La hipertensión arterial es asintomática, es decir que no se manifiesta con signos de enfermedad ni con la presencia de malestares o síntomas. Muchas personas que tienen hipertensión arterial no lo saben y no reciben tratamiento. Por esta razón el control de la presión no debe demorarse a la espera de algún malestar sino que debe realizarse como parte del control de salud.

Actualmente en los adultos se recomienda realizar entre los 18 y 39 años un control de la presión arterial, si la presión resulta normal los controles posteriores podrían realizarse cada 3 a 5 años. En los mayores de 40 años o personas con riesgo aumentado de hipertensión (personas con sobrepeso u obesidad, personas con controles de presión en el límite, mayor a 130-85) se recomienda controlar la presión anualmente.

De la lectura de la presión arterial se desprenden dos números. El número superior o máxima se denomina presión arterial sistólica. El número inferior o mínima se llama presión arterial diastólica. En la hipertensión puede estar elevada la presión arterial sistólica / máxima o la presión arterial diastólica /mínima o ambas presiones a la vez. Una vez que se detecta un valor elevado por ejemplo en el consultorio se deberá corroborar este hallazgo con próximos controles, pudiéndose incluir controles en domicilio o estudios confirmatorios si existen dudas respecto del diagnóstico.

Como mencionamos anteriormente siendo la hipertensión una condición tratable y controlable y un factor de riesgo para otras enfermedades, se recomienda hacer una medición periódica de ésta teniendo en cuenta que no la diagnosticaremos de otra forma debido a su carácter asintomático.