Calores y otros síntomas de la menopausia

"María y Esther, estaban tomando una deliciosa  merienda en un pequeño café donde solían reunirse al menos una vez por mes para charlar y ponerse al día sobre las novedades familiares y reírse con ganas conversando sobre bueyes perdidos. De repente, Esther se puso toda colorada y comenzó a sudar. Por más que la temperatura ambiental estaba fresca, se sacó el pullover desesperadamente. María le preguntó si se sentía bien. -Sí, es solamente uno de esos calores- dijo Esther. María, con una sonrisa le dijo -bien sé, de qué se trata-." 

Esta escena puede ser familiar para muchos, la menopausia llega a la vida de las mujeres en cierto momento de sus vidas.


La menopausia sucede cuando las menstruaciones de la mujer cesan, y se establece cuando ha pasado un año sin menstruar. Se trata de un cambio corporal normal y natural que casi siempre ocurre entre los 45 y 55 años de edad. Las menstruaciones se presentan cada vez con menos frecuencia hasta que finalmente cesan. Después de la menopausia, una mujer ya no puede quedar embarazada. 

La etapa conocida como perimenopausia o climaterio,  se caracteriza por una serie de cambios que a veces se traducen en síntomas que pueden durar varios años. Comienza antes  del último periodo menstrual y se prolonga un tiempo variable luego de la última menstruación.
Durante la menopausia, los ovarios de una mujer dejan de producir óvulos. El cuerpo produce una cantidad menor de las hormonas femeninas, estrógeno y progesterona. Son estos menores niveles de estas hormonas los que causan los síntomas, entre ellos, los famosos calores.


La menopausia se completa cuando la mujer no ha tenido el periodo por 1 año.


¿Todas las mujeres presentan síntomas en la menopausia?


Los síntomas varían de una mujer a otra y pueden durar varios años. Es posible que algunas mujeres no presenten mayores molestias y en otras los síntomas sean realmente severos. 


¿Cuáles son los síntomas más comunes atribuidos a la menopausia?


Calores súbitos, sofocos o tufaradas: Los calores o tufaradas resulta uno de los síntomas más frecuentes en esta etapa. Están relacionados a los cambios en los niveles de estrógeno y  pueden durar unos cuantos años o presentarse intermitentemente. Un calor súbito es una sensación repentina de calor en la parte superior de todo su cuerpo. Áreas enrojecidas podrían aparecer en el pecho,  espalda y brazos, seguidas por sudor y escalofríos. Los calores podrían ser muy leves o suficientemente fuertes como para despertar a la mujer que lo presenta. La mayoría de los calores duran de 30 segundos a 10 minutos.


Insomnio: Algunas mujeres empiezan a tener problemas para lograr dormir. No pueden dormirse fácilmente, tienen un sueño fragmentado o se despiertan muy temprano. Los calores súbitos nocturnos también las pueden despertar y ser la causa de las dificultades para dormir. 


Sequedad vaginal: Los cambios en los niveles de estrógeno causan que la vagina se reseque y se adelgace su pared. Esto podría hacer que las relaciones sexuales resulten incómodas o incluso dolorosas. También se pueden producir más infecciones vaginales o urinarias. 


Disminución del interés sexual o cambios en la respuesta sexual: Algunas mujeres durante la menopausia refieren que el deseo sexual se encuentra disminuido, es decir que disminuyen las ganas de mantener relaciones sexuales. Sin embargo, otras mujeres se sienten liberadas  después de la menopausia ya que luego de un año entero sin menstruar no existe la posibilidad de quedar embarazada y no es necesario el uso de anticonceptivos para evitar el embarazo. Lo que no se elimina es el riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual por lo que el uso de preservativo está igualmente recomendado si se desconoce el estado de salud de la pareja.   


Cambios del humor: Algunas mujeres refieren sentirse más sensibles o más proclives al llanto. A veces resulta difícil establecer si los cambios en el humor son o no consecuencia de los cambios hormonales, en general las mujeres que presentan estos cambios han tenido en su historia antecedente de síntomas similares en el período premenstrual o postparto.


Osteoporosis: La pérdida de calcio en los huesos se incrementa durante los primeros años después del último período menstrual. Una dieta rica en calcio y la práctica de actividad física de manera regular va a reducir este riesgo. 


Problemas para concentrarse, mala memoria: Si bien es común la queja por falta de concentración o memoria en esta etapa de la vida no es posible atribuir estos síntomas a la menopausia. Si existen dificultades asociadas a la memoria en las actividades de la vida diaria es necesario hacer una consulta médica para evaluar si existen problemas  de otro origen. 


Otros síntomas que se asocian a la menopausia son palpitaciones, dolores de cabeza, incontinencia urinaria, infecciones urinarias.


Si bien hacemos referencia a los síntomas de la menopausia debemos comprender que no es una enfermedad, es sólo una etapa del ciclo vital, presente en absolutamente todas la mujeres como parte de su biología, así como lo son la adolescencia o la ancianidad.


La mayoría de las mujeres en esta etapa no requerirán de fármacos ni de ningún tipo de tratamiento médico. Sin embargo cuando los síntomas sufridos dejan de ser tolerables o afectan la calidad de vida, podemos buscar alivio de diferentes maneras y ciertos casos puede ser conveniente consultar con su médico.


¿Cómo se pueden aliviar los síntomas de la menopausia?


Calores, sofocos tufaradas
Se recomienda evitar los lugares muy calefaccionados, utilizar prendas de vestir en capas (para poder quitar las prendas de abrigo). Algunas mujeres sienten que los calores empeoran con la ingesta de bebidas calientes, el consumo de picantes o la ingesta de alcohol. Contar con un abanico o un ventilador cerca puede ser de utilidad. Existen tratamientos con hormonas (terapia de reemplazo hormonal) que son efectivos para eliminar los calores, pero pueden tener contraindicaciones y efectos adversos si son utilizados por largo tiempo. Otras opciones son algunos antidepresivos o antiepilépticos. Para comenzar con alguno de estos tratamientos es conveniente que consulte con su médico.  Existen también productos naturales que suelen recomendarse para aliviar este síntoma, en general son productos que contienen fitoestrógenos como por ejemplo la soja, sin embargo no existe evidencia que haya demostrado  el beneficio de estas preparaciones ni su seguridad. 


Insomnio 
Es importante diferenciar si la causa del mal dormir es un problema de insomnio o si está relacionado a los despertares causados por los calores. En el primer caso se tratará el problema del sueño específicamente, en el segundo probablemente al aliviar los calores en consecuencia mejore la dificultad para dormir.  Existen recomendaciones para mejorar el sueño en general a las que puede acceder haciendo click aquí.


Sequedad vaginal 
Existen dos formas de aliviar este síntoma, con lubricantes vaginales a base de agua (que pueden mejorar las molestias que se producen durante las relaciones sexuales debido a la sequedad) o bien cremas u óvulos con estrógenos que se colocan en la vagina mejorando los tejidos, esto puede disminuir la incontinencia y las infecciones urinarias también.  


Disminución del deseo sexual
Resulta dificil dar recomendaciones generales en este aspecto, pueden existir diferentes aspectos de la vida de la pareja que influyan en este síntoma, por lo que se recomienda, de considerarse un problema, hacer una consulta médica.


Cambios del humor
Los cambios en el humor o el ánimo pueden ser leves y tolerables o pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida de la mujer. Existen medicaciones efectivas para tratar estos síntomas por los que puede consultar a su médico.


Osteoporosis
Para mayor información sobre osteoporosis puede hacer click aquí.
 

Como ya mencionamos la menopausia es una condición esperable y normal en la vida de la mujer, pero trae cambios que pueden en algunos casos afectar la percepción de salud.  Probablemente cada mujer transitará este proceso de diferentes formas, pueden aparecer las resistencias al cambio, el temor a envejecer, la sensación de mayor madurez, la liberación en algunos aspectos, el enojo por los cambios en el cuerpo, la adaptación, entre otras. No existe una recomendación precisa acerca de cuál es la mejor forma de atravesar esta etapa más allá de las consideraciones generales en cuanto a una dieta sana, actividad física y evitar fumar, pero podemos remarcar que no es una enfermedad y que es posible que la mujer viva de manera natural y satisfactoria esta etapa de su vida.