Cáncer de Próstata

¿Qué es el cáncer de próstata?
 
Es un cáncer que se desarrolla en una glándula del sistema reproductor masculino llamada próstata. Se produce cuando algunas células prostáticas comienzan a multiplicarse desordenadamente pudiéndose diseminar a otras partes del cuerpo, especialmente los huesos y los ganglios linfáticos originando una metástasis.
 
¿Quiénes pueden presentarlo?
 
La enfermedad se desarrolla más frecuentemente en individuos mayores de 50 años. Es la tercera causa de mortalidad por cáncer  en hombres en la Argentina (luego del cáncer de pulmón y de colon). Rara vez se encuentra en hombres menores de 40 años de edad.
Poseen mayor riesgo de padecer cáncer de próstata los hombres de raza negra, los  mayores de 60 años y  hombres con antecedentes en familiares de primer grado (hermano o padre) con cáncer de próstata.
Casi todos los hombres a medida que envejecen sufren el agrandamiento de la próstata, lo cual se denomina hiperplasia prostática benigna o HPB. Este problema puede producir síntomas similares pero no eleva el riesgo de padecer cáncer de próstata.  
 
 ¿Qué síntomas produce?
 
Esta afección puede cursar durante muchos años de forma asintomática, en la mayoría de los casos no darán síntomas ni le provocará al individuo una situación de enfermedad, pudiendose desconocer esta condición durante la vida de la persona y produciéndose la muerte por cualquier otra causa. Esto fue demostrado dado que en los resultados de múltiples autopsias se encontraba la próstata afectada por células malignas, sin afección de otros órganos por esta enfermedad (es decir sin metástasis) y el individuo había fallecido por otra causa. Sin embargo, una menor proporciòn de ellos, se comportarán de manera agresiva, creciendo y diseminándose tempranamente. En estos casos, algunos de los síntomas que pueden presentarse son dolor y dificultad para orinar, goteo o escape (incontinencia) de orina, presencia de sangre en la orina y disfunción eréctil.
 
¿Puede prevenirse?
 
Las posibles formas de prevención del cáncer de próstata incluyen medidas de estilo de vida, como las dietas reducidas en grasas y abundantes en frutas y verduras y la actividad física regular.
El uso de vitaminas como la vitamina E y la aspirina no han demostrado que sirvan para su prevención.
 
¿Cómo se hace el diagnòstico?
 
Cuando un paciente presenta síntomas que podrían ser compatibles con el cáncer de próstata, es necesario realizar una serie  de estudios como el PSA, el tacto rectal y una ecografía vesicoprostàtica. En ocasiones, un  tacto rectal anormal puede ser la única señal del cáncer de próstata.
Para confirmar el diagnòstico, se necesita una biopsia que es un procedimiento mediante el cual se extrae una muestra de tejido de la próstata, la cual se envía a un laboratorio para su análisis.
Los resultados de la biopsia se informan usando lo que se denomina el grado y puntaje de Gleason.
El grado de Gleason indica qué tan rápido se podría diseminar el cáncer. Uno puede tener diferentes grados de cáncer en una muestra para biopsia. Los dos grados más comunes se suman juntos, lo cual da el puntaje de Gleason. Cuanto más alto sea este puntaje, mayor será la probabilidad de que el cáncer se haya diseminado más allá de la glándula.
Otros estudios que permiten saber si el cáncer se ha diseminado son la tomografía computada, la resonancia magnètcia y el centellograma òseo.
El  PSA también se utilizará para el seguimiento del cáncer después del tratamiento.
 
¿Cómo se trata?
 
Si el cáncer no se ha propagado por fuera de la glándula prostática, los tratamientos comunes abarcan la cirugía y radioterapia. En ocasiones, cuando el paciente es anciano, es posible y de acuerdo al puntaje de Gleason, sòlo vigilar el cáncer mediante pruebas de PSA y biopsias.
Si el cáncer de próstata se ha diseminado, el tratamiento puede incluir además, hormonoterapia (medicamentos para reducir los niveles de testosterona) y/o quimioterapia.
El pronóstico del cáncer de próstata, depende de si  se ha diseminado por fuera de la glándula prostática y del grado de anormalidad de las células cancerosas (puntaje de Gleason) cuando se hace el diagnóstico.
La cura es posible si el cáncer no se ha diseminado y  el tratamiento hormonal puede mejorar la sobrevida, incluso en aquellos casos en que no sea posible curarlo.
 
Rastreo de cáncer de próstata