Alzheimer y otras causas de demencia, deterioro cognitivo

¿Qué es la demencia?
 
Hablamos de demencia cuando hay una afección del pensamiento y la memoria asociándose con dificultades en otras áreas como por ejemplo en el lenguaje, la escritura o la concreción de actividades como la higiene o el vestirse. La demencia es una enfermedad progresiva que con el tiempo puede afectar la autonomía de las personas imposibilitando la realización de actividades de la vida diaria y su posibilidad de socializar.
 
¿Cuáles son las causas de la demencia?
 
Existen distintas causas de demencia, la  más común es la enfermedad de Alzheimer que representa entre el 60 y 80 % de los casos. En el Alzheimer se produce la muerte de neuronas que participan de las funciones  del cerebro. Se desconoce la causa por la que se produce esta afección de las neuronas aunque se sabe que existe un factor genético que lo favorecería. Aquellas personas que tienen un familiar en primer grado (padre, madre, hermano) que presentó Alzheimer a una edad temprana tienen un riesgo del 10 a 30 % de desarrollar también la enfermedad.
 
Otras causas de demencia menos frecuentes son:
 
  • Demencia vascular  (asociado a factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión y la diabetes)
  • Demencia por cuerpos de Lewy (se produce por depósitos de proteínas anormales en las neuronas y se presenta de forma similar al Parkinson con temblor, rigidez y lentitud, son frecuentes las alucinaciones)
  • Demencia frontotemporal (se da en personas más jóvenes y se asocia a trastornos de la conducta o del lenguaje)
  • Parkinson (la demencia puede presentarse en una etapa avanzada de la enfermedad)
¿Cuáles son sus síntomas?
 
A medida que aumenta la edad existe una pérdida de la memoria reciente y de la capacidad de aprendizaje que es normal, a veces puede catalogarse como deterioro cognitivo leve, cuando este deterioro se torna progresivo podemos estar presenciando el inicio de una demencia. Muchas personas se preocupan por estos primeros indicios pero el paso del tiempo  nos mostrará si se profundizan. 
Si bien las distintas demencias tienen características que le son propias, muchos de los síntomas se superponen, por lo que mencionaremos aquellos en común. 
Al inicio muchas personas y sus familias notan como primera dificultad el no poder recordar hechos o informaciones recientes.
Otras manifestaciones pueden ser: situaciones de confusión, dificultad para encontrar determinadas palabras, dificultad en la concentración o en la resolución de tareas complejas, desorientación, cambios en la personalidad, irritabilidad, pasividad, alucinaciones, delirios, dificultad para desarrollar las tareas de la vida diaria, incontinencia de orina o de materia fecal.
Los síntomas van apareciendo gradualmente, incluso a lo largo de años, pueden variar de una persona a otra y los días pueden ser muy diferentes de acuerdo a la fluctuación de los mismos.
La mayoría de las personas con demencia no mueren por la enfermedad en sí, sino que mueren a causa de una enfermedad secundaria, como la neumonía o complicaciones de una caída.
 
¿Cómo se diagnostica?
 
Los estudio por imágenes (tomografía, resonancia) en general se utilizan para descartar otras patologías (como tumores) más que para el diagnóstico de demencia. 
Existen distintos tipos de tests que se utilizan para evaluar las facultades mentales de los pacientes, es frecuente realizar estas pruebas y repetirlas en forma diferida para evaluar progresión y cambios. También se evalua la posibilidad de depresión que frecuentemente se asocia al inicio de estos trastornos. 
Se suelen realizar análisis de sangre para evaluar si hay deficit de vitamina B12 o si existen problemas tiroideos que ser causa de algunos síntomas.
 
¿Cómo se trata?
 
Existen algunos fármacos que pueden estabilizar o demorar los síntomas pero que no tienen efecto curativo. También se pueden usar fármacos para mejorar los trastornos del sueño y la conducta pero se debe poner en la balanza el beneficio de estos respecto de sus efectos adversos. 
 
Los talleres de estimulación cognitiva, la terapia ocupacional y la actividad física moderada pueden ser estrategias fundamentales para mantener la funcionalidad del paciente dentro de lo posible y reducir la ansiedad e inquietud que suele aparecer en las conductas de los mismos. 
Una de las estrategias terapéuticas más importante es la educación acerca de la patología a los familiares, conocer de qué se trata, entender lo que le sucede al familiar, poder buscar ayuda para preservar espacios propios son fundamentales para evitar la frustración y la claudicación del cuidador. 
 
Cuando la enfermedad se encuentra en su etapa inicial conocer el diagnóstico puede ser de utilidad para el paciente para tomar decisiones respecto de su futuro, sus responsabilidades y sus bienes.
El médico podrá evaluar si el paciente está en condiciones de conducir un auto, cocinar y si tiene riesgo de caídas. 
 
¿Cómo se previene?
 
Las personas más activas socialmente e intelectualmente tienen menos riesgo de desarrollar demencia.