Prevención de malformaciones del sistema nervioso durante el embarazo con ácido fólico

Las malformaciones congénitas del sistema nervioso son muy infrecuentes pero son problemas de gran impacto por lo que es razonable intentar reducir su frecuencia de presentación. Estas malformaciones se producen durante la primera etapa del embarazo, que es cuando se desarrolla el tubo neural. Es por esto que para tener una conducta preventiva debemos actuar durante esta etapa del embarazo e incluso previamente al momento de la concepción. En este artículo explicamos de forma sintética qué son los defectos del tubo neural y cómo podemos prevenirlos.
 
 
¿Qué son los defectos del tubo neural en el recién nacido?
 

Los defectos del tubo neural son malformaciones del sistema nervioso cuya manifestación puede ir desde la presentación de problemas físicos y mentales que implican algún grado de discapacidad hasta ser causa de mortalidad cercana al nacimiento. Estas malformaciones se producen por un defecto del cierre del tubo neural, el tubo neural constituirá el sistema nervioso central de la persona, médula espinal y encéfalo, dependiendo de dónde se presente el defecto del cierre, se verán afectadas distintas estructuras, por ejemplo la anencefalia es la ausencia de partes de los huesos del cráneo y del encéfalo (cerebro, tallo y cerebelo) y la espina bífida es un defecto a nivel de la médula espinal y huesos de la columna que puede ir desde problemas leves a severos, estos son los tipos más conocidos de malformaciones del tubo neural.
 

¿Qué tan frecuente son los defectos del tubo neural?
 

Si bien los defectos del tubo neural son sumamente infrecuentes, lograr reducir este riesgo vale la pena por la magnitud del daño. Según el Registro Nacional de Anomalías Congénitas, se presenta un caso por cada 2000 nacidos.


¿Cómo se previene?
 

La suplementación con ácido fólico, previo a la concepción y durante el primer trimestre de embarazo ha demostrado disminuir este riesgo en un 75 %. Por lo que la prevención con ácido fólico está muy recomendada.
La ingesta de ácido fólico en la dieta no es suficiente para alcanzar esta reducción del riesgo, por lo que se recomienda tomar 0.4 mg de ácido fólico por boca desde el inicio de la búsqueda del embarazo, idealmente un mes y medio antes de la concepción y durante los primeros tres meses de gestación. 
En los casos donde existe un antecedente de defecto del tubo neural en la familia (padres o hijos) la dosis que se utiliza para prevención es de 4 mg diarios de ácido fólico durante el mismo período antes mencionado.