Las faringitis o anginas en los niños son virales en su mayoría, en estos casos el tratamiento antibiótico no está indicado porque los virus no responden a los antibióticos. Los antibióticos se reservan para las infecciones de origen bacteriano. Distintos reportes indican que 15 a 25 % de las anginas en los niños mayores de dos años pueden ser causadas por una bacteria denominada Streptococo beta hemolítico grupo A, en estos casos el tratamiento debiera realizarse con antibióticos como Penicilina preferentemente o Amoxicilina (a menos que exista alergia a alguna de estas drogas).

Su tratamiento es importante ya que el inicio de antibióticos durante los primeros nueve días de iniciado el cuadro es efectivo para prevenir la aparición de la fiebre reumática y puede prevenir las complicaciones supurativas (abcesos), acortar el periodo sintomático y reducir la diseminación de la enfermedad. Sin embargo, como la mayoría de las faringitis son virales el tratamiento indiscriminado de todos los niños es inapropiado.

Existen manifestaciones clínicas que orientan para identificar si la infección es viral o bacteriana. Si los datos clínicos nos orientan hacia una infección viral no sería necesario realizar ningún estudio adicional, en este caso la clínica basta. Cuando sospechamos una infección bacteriana se debería realizar un test rápido o bien un cultivo mediante un hisopado de fauces para confirmarlo, ya que en casi la mitad de los casos la infección será viral a pesar de que la clínica impresione ser bacteriana. Para iniciar el tratamiento antibiótico tenemos tiempo, podemos comenzarlo dentro de la semana de iniciados los síntomas, lo que permite realizar estos estudios y evitar medicar innecesariamente.

En determinadas circunstancias el médico puede resolver tratar con antibióticos sin hacer ningún test o cultivo, esto depende de las posibilidades de acceder a estos estudios y de la clínica del paciente. Ante la presencia de dolor de garganta y dificultad para tragar, los síntomas que orientan hacia una infección streptocóccica (bacteriana) son la presencia de ganglios agrandados en la región submaxilar, fiebre, exudado o placas a nivel de las amígdalas y ausencia de tos. Los síntomas que orientan hacia una angina de origen viral son la tos, la rinorrea (secreción mucopurulenta por nariz), la disfonía (voz ronca), la conjuntivitis, la diarrea y la estomatitis (lesiones en toda la boca).