Actualidad en tabaquismo

¿Con qué realidad nos encontramos en nuestro país?
 
El tabaco es el único producto de consumo legal que puede causar la muerte a la mitad de sus consumidores, y disminuir la vida en un promedio de 15 años. El tabaquismo  tiene devastadoras consecuencias sanitarias, sociales, económicas y ambientales. En la Argentina, cerca del 30% de la población fuma, y anualmente mueren más de 40.000 argentinos a causa directa del consumo de tabaco. Además, un 52% de los chicos entre 13 y 15 años ha probado un cigarrillo.
 
Sigue siendo un tema muy arraigado en la sociedad y resulta difícil la decisión de dejar de fumar, a pesar de que la mayoría de los fumadores quieren hacerlo, y esto se debe a que el tabaquismo es más una adicción que un hábito, donde la nicotina es responsable de la dependencia física. Además, existe una dependencia psicológica, donde el cigarrillo adquiere personalidad: “es mi compañero, el que me calma el estrés”, y una socio-conductual: “si tomo un café, debo fumar luego, si me reúno con mis amigos, debo fumar”.
 
¿Cuánto se modificó a partir de la legislación vigente que limita el consumo?
 
La reducción de la población fumadora viene sucediendo lentamente desde hace años antes de la ley de control de Tabaco, por presión de asociaciones médicas y distintas entidades públicas y ONGs, que se ocupan de esta pandemia. Ahora, este descenso no ha sido significativo, por lo cual se comenzó a trabajar fuertemente en una ley.
Inicialmente hubo leyes municipales y provinciales, y posteriormente en junio del 2011 se sancionó una ley nacional, que sirve para dar homogeneidad de aplicación en todo el territorio nacional. Esta ley ayuda a fumadores a fumar menos y los incentiva a dejar de fumar, y también a los no fumadores, ya que los protege de la exposición del humo de tabaco ajeno; pero aún no tenemos datos definitivos acerca de la disminución del consumo, ya que ha sido recientemente reglamentada, el 29 de mayo del 2013, aunque se percibe un impacto positivo a partir de lo ocurrido hasta ahora en las ciudades y municipios libres de humo.
 
¿Quiénes son más vulnerables al consumo de tabaco?
 
En los países de altos ingresos, las tasas de fumadores se mantiene estable o en baja, mientras que en los países de medianos y bajos ingresos, se incrementa, sobre todo en ciertas subpoblaciones como niños, adolescentes, mujeres y sectores más pobres y de menor nivel educacional. Es justamente hacia esta población que la industria tabacalera apunta las estrategias de publicidad.
 
¿Cómo abordan como médicos el problema del fumador?
 
Los tabaquistas pasan por distintos momentos. A veces no quieren saber nada con dejar de fumar; a veces tienen la idea dando vueltas en la cabeza, pero sin la determinación absoluta, y a veces vienen directamente a pedir ayuda para iniciar un tratamiento.
Es muy importante poder diagnosticar correctamente en qué momento está el fumador y no confundirse, porque a veces vienen a hacer un tratamiento porque los mandó el médico o la familia, y no lo dicen, y en realidad ellos no tienen la decisión madura para iniciar la cesación. Si el profesional no advierte esto, es un gran error y muy frecuente, ya que se corre el riesgo de empujar a un paciente a iniciar un tratamiento de cesación tabáquica cuando aún no está listo, y de este modo lo más probable es que fracase, y que entonces refuerce la idea de que en realidad no debe o no puede dejar de fumar.
Para hacer un correcto diagnóstico existen herramientas en el interrogatorio que nos definen en qué etapa se encuentra el fumador, e intervenciones específicas para cada una de estas etapas; lo que es seguro, esque el profesional siempre debe intervenir, sólo que debe elegir la intervención adecuada para cada momento.
 
¿Cuáles son las características principales del programa de control de tabaco del Hospital Italiano?
 
El programa de Control de Tabaco del Hospital Italiano (Grantahi: grupo antitabaquismo del Hospital Italiano) fue creado en el año 2000 e intervienen en él profesionales de diferentes servicios del hospital (Medicina Familiar, Cardiología, Clínica Médica y Psiquiatría). Es un programa multicomponente, porque utiliza una combinación de técnicas psicológicas y farmacológicas, que aborda al tabaquismo en su aspecto físico, psicológico y socio-conductual. Además, es un programa intensivo, es decir con un elevado tiempo de dedicación exclusiva al tratamiento de este tema. 
Se inicia con dos entrevistas individuales con un profesional del equipo, donde se realiza un perfil del fumador, se define cuál será la mejor opción farmacológica para él, y si puede o no ingresar luego a un tratamiento grupal. Luego, se realizan seis encuentros, que pueden ser grupales, con dos coordinadores, o individuales de acuerdo a lo definido en las consultas individuales previas, con una frecuencia semanal los primeros 5 encuentros, y un 6to encuentro luego de 3 semanas del último.
Se fija una fecha para dejar de fumar y a partir de allí no puede darse ni una pitada; si  esto ocurre se le ayuda al paciente a continuar en su intento y se le brindan más herramientas para seguir en abstinencia.
Luego, al año de la fecha establecida para dejar de fumar, se contacta a los pacientes y se verifica si están fumando o no.
 
¿Que sensación tienen cuando un paciente logra dejar el tabaco?
 
Ayudar a un paciente a dejar de fumar es muy gratificante, es quizás una de las intervenciones con mayor rédito respecto de la salud, y para el paciente es más que un cambio de hábito, es elegir por la salud y en definitiva, es decidir ocuparse de sí mismos.