Aneurisma de Aorta Abdominal

¿Qué es? 

 

La aorta es la arteria más grande del cuerpo, es un vaso sanguíneo que transporta sangre oxigenada desde el corazón a los diferentes tejidos y órganos del cuerpo. Se extiende a través de todo el pecho y el abdomen para bifurcarse en la pelvis en dos vasos. La parte de la aorta que se encuentra en la parte profunda del abdomen, justo en frente de la columna vertebral se llama aorta abdominal.

 

Con el tiempo, las paredes de las arterias se pueden debilitar y ensanchar; una analogía sería lo que le sucede a un manguera de jardín que se está poniendo vieja. Entonces, la presión de bombeo de la sangre a través de la aorta puede hacer que este área débil protruya hacia afuera, como un globo, a esta formación se la denomina aneurisma. Un aneurisma de la aorta abdominal (AAA) se produce cuando este tipo debilitamiento del vaso ocurre en la parte de la aorta que se encuentra en el abdomen.

La mayoría de la AAAs son el resultado de la aterosclerosis, una enfermedad degenerativa crónica de la pared de la arteria, en la cual la grasa, el colesterol y otras sustancias se acumulan en las paredes de las arterias y forman depósitos duros o blandos llamados placas.

Los aneurismas de aorta abdominal suelen desarrollarse lentamente, durante un período de muchos años, y casi nunca causan síntomas evidentes. Ocasionalmente, especialmente en los pacientes delgados, se puede sentir una sensación pulsante en el abdomen. 

A mayor tamaño del aneurisma aumenta el riesgo de rajarse o abrirse. 

 

Si un aneurisma se expande rápidamente, se raja, o tiene un fuga, se pueden presentar repentinamente los siguientes síntomas:

 

  • dolor abdominal intenso y persistente, o dolor de espalda que puede irradiarse a los glúteos y las piernas
  • sudoración y sensación de frío
  • náuseas y vómitos
  • frecuencia cardíaca rápida
  • falta de aliento
  • presión arterial baja.


Rastreo y prevención

 

Los factores de riesgo más importantes para desarrollar AAA incluye tener antecedentes en la familia de aneurisma, el tabaquismo y la presión arterial alta de larga data.

Asociaciones de prevención en salud (como por ejemplo la US preventic task force) recomiendan realizar en los hombres  entre 65 y 75 años con antecedente de tabaquismo un test de detección de AAA (como por ejemplo la ecografìa) por única vez. Los hombres con antecedentes familiares de AAA deberían ser examinados a los 60 años. La realización de estos estudios por ùnica vez para la detección de AAA han demostrado disminuir la ruptura del AAA y la mortalidad asociada a este evento. Al mismo tiempo se ha demostrado que el tratamiento de los aneurisma de aorta abdominal pequeños en comparación con la vigilancia y seguimiento de estos hallazgos mediante medios de detección como la ecografía, no mostró un beneficio superior, es decir mejores resultados respecto de la salud. 


Forma en que se evalúa un aneurisma de al aorta abdominal


Muchos de los aneurismas de aorta abdominal se descubren casualmente durante exámenes de ultrasonido, rayos X o exploraciones por TAC. El paciente generalmente está siendo examinado por otros motivos. En otros pacientes que experimentan los síntomas y buscan atención médica, el médico podría sentir una aorta pulsante o escuchar ruidos anormales en el abdomen con el estetoscopio.

Para confirmar la presencia de un aneurisma de la aorta abdominal, el médico puede ordenar exámenes por imágenes como la ecogragía y otros estudios que pueden aportar mayores datos como la ecografía con doppler, una tomografía o una angiografía. 


¿Cómo se trata?


El tratamiento depende de una variedad de factores, incluyendo el tamaño y la ubicación del aneurisma en la aorta abdominal y la edad del paciente, la función renal y otras condiciones.

Los pacientes con aneurismas que tienen un tamaño menor a cinco centímetros de diámetro se les indica vigilancia o seguimiento y son monitoreados generalmente con una ecografía o eventualmente con una tomografía. Los controles pueden realizarse cada seis a 12 meses.

Se recomienda, dejar de fumar, controlar la presión arterial alta y bajar el colesterol. Para lograr estos objetivos pueden sugerirse cambios en los hábitos y también en ocasiones medicación.  

El tratamiento quirúrgico puede ser recomendable para pacientes con aneurismas que:

tienen un diámetro considerado de riesgo para ruptura
están creciendo rápidamente
tienen una fuga o ruptura (en este caso se trata de una emergencia)


Hay dos opciones de tratamiento:


Reparación quirúrgica (abierta) tradicional: en este tipo de cirugía, se hace una incisión en el abdomen y la parte dañada de la aorta es eliminada y reemplazada con un tubo sintético, que se sutura en su lugar.
Cirugía endovascular: en este procedimiento, que es menos invasivo que la reparación abierta, se introduce la prótesis a través de un catetes (tubo plástico delgado) que ingresa a través de una arteria de la pierna y se lo guía hacia adentro del abdomen, donde se lo coloca dentro del aneurisma y se lo ajusta en su lugar con ganchos pequeños.