Balanitis, inflamación del glande Balanopostitis, inflamación del glande y el prepucio

¿Qué es la balanitis?
 
Es la inflamación del glande del pene. La mayoría de las veces se produce al mismo tiempo la inflamación del glande y del prepucio (balanopostitis).
La balanitis no es una enfermedad de transmisión sexual.

¿Cuáles son sus síntomas?
 
Los principales síntomas son la irritación e inflamación del glande, que aparece rojo y eritematoso. En ocasiones no se afecta todo el glande sino que se produce una lesión roja, húmeda y dolorosa. También puede presentarse secreción con mal olor, picazón o dolor en el prepucio o pene.
 
¿Cuáles son las causas?
 
Las infecciones por bacterias u hongos son la causa más común. La humedad es un factor que favorece el crecimiento de estos gérmenes, especialmente de los hongos, que suelen ser causa de balanitis con mayor frecuencia que las bacterias. El hongo más comúnmente hallado es la Cándida Albicans, que normalmente está presente en la piel.
También la balanitis o balanopostitis puede producirse por la irritación que se produce por la acumulación de restos de orina o esperma, la cual se ve favorecida por la higiene deficiente o los penes no circuncidados. Estas situaciones favorecen la sobreinfección por algún microorganismo.
Otros factores de riesgo son la diabetes mellitus mal controlada o el liquen escleroatrófico.
 
¿Cómo es el diagnóstico?
 
Generalmente la sola exploración del médico alcanza para realizar el diagnóstico. En algunos casos, sin embargo, se pueden necesitar realizar algunas  pruebas cutáneas para detectar virus, hongos o bacterias. También se puede necesitar una biopsia de piel excepcionalmente.
 
¿Cuál es el tratamiento?
 
El tratamiento depende de la causa de la balanitis.
Generalmente se controla con el uso de cremas con antibióticos asociadas o no a corticoides, o de cremas antimicóticas (para el tratamiento de los hongos).
Es esencial una correcta higiene de la zona afectada y procurar que no quede húmeda.
En casos de balanitis a repetición podría plantearse la postectomía (circuncisión) como tratamiento preventivo.