Tuberculosis

¿ Qué es la tuberculosis?

La tuberculosis es una infección provocada por un bacilo, es contagiosa y afecta los pulmones pudiendo comprometer otros órganos. Es una afección que representa un serio problema de salud, sobre todo en países subdesarrollados o en vías de desarrollo y que puede llevar a la incapacidad o muerte del paciente. En países desarrollados, habitualmente se asocia a enfermedades inmunosupresoras como el VIH (virus de la inmunodeficiencia humana), (HIV, su sigla en inglés).

¿ Cuál es su causa?

La tuberculosis es causada por el Mycobacterium tuberculosis, que tiene la particularidad de generar fácilmente resistencia a los antibióticos si estos no se toman correctamente en tiempo y forma.

¿ Cómo se contagia?

El contagio de la tuberculosis es mediante la inhalación de pequeñas gotitas provenientes de la tos o estornudos de una persona infectada. Es muy común la diseminación de esta enfermedad sobre todo en condiciones de hacinamiento y ambientes mal ventilados.

Si una persona está en contacto con otra infectada, puede que su sistema inmunológico rechace a la bacteria y no llegue a enfermar. También puede suceder que el microorganismo no sea eliminado completamente pero sí logre ser controlado por lo que la infección quedará en estado “latente”, pudiendo activarse con el tiempo, generalmente en situaciones en las que existe una deficiencia del sistema inmunológico (de defensa del organismo). En casos en que no se pueda rechazar la infección, se sufrirá una tuberculosis “activa”, que se caracteriza por la presencia de tos, fiebre, pérdida de peso y decaimiento.

¿ Cuáles son los síntomas?

Al comienzo de la infección, normalmente no hay síntomas (período de latencia).

Los síntomas de la tuberculosis pulmonar son:

- tos, en general  con moco

- expectoración con sangre

- sudoración nocturna
 

- pérdida de peso


- fiebre


- fatiga y debilidad


- dificultad respiratoria

¿Cuáles son las poblaciones  con mayor riesgo para sufrir esta enfermedad?

Las personas con mayor riesgo de enfermar son los ancianos, los bebés y los pacientes inmunosuprimidas (SIDA, tratamientos de cáncer con quimioterapia, diabetes, etc.). También aquellas que están en contacto con personas enfermas de tuberculosis, las que viven hacinadas y en condiciones insalubres y las desnutridas.

¿ Cómo se diagnostica?

El diagnósticos se hace por  los síntomas clínicos, que pueden hacer sospechar al médico que el paciente podría tener esta patología. También se tiene en cuenta la epidemiología, es decir si existió exposición a una persona sospechosa o con confirmación de sufrir tuberculosis, el tipo de trabajo  y  condiciones de hacinamiento.

Existen test o exámenes diagnósticos que permiten la confirmación de la enfermedad.

El test llamado PPD consiste en una inyección subdérmica con pequeños moléculas de la bacteria muerta. Dos  a tres  días después se observa si se formó una pequeña tumoración en el lugar de la aplicación. De acuerdo a su tamaño el médico o enfermero dice si es positiva o negativa la reacción. De ser positiva significa que el paciente estuvo en contacto con la bacteria, lo que no significa necesariamente que presente la enfermedad.

Otros estudios de utilidad diagnóstica son la radiografía de tórax, la tomografía computada, la baciloscopía directa del esputo y los cultivos bacterianos.

¿Cuál es su tratamiento?

El tratamiento se realiza mediante medicamentos que eliminan la bacteria causante de esta enfermedad.Siempre es necesario combinar diferentes fármacos y es imprescindible no suspenderlos debido a la facilidad con que el microorganismo genera resistencia ( los tratamientos duran 6 meses o más).

También es importante ciertas medidas de aislamiento en caso de ser necesarias, para evitar que se propague la enfermedad.

Los síntomas en general mejoran a las 2 o 3 semanas de iniciar el tratamiento. El pronóstico es bueno si la tuberculosis se diagnostica a tiempo y el tratamiento se inicia rápidamente.

¿Cómo puede prevenirse?

La tuberculosis es una enfermedad que puede prevenirse. A las personas que han estado expuestas y en contacto estrecho con un paciente con tuberculosis se les puede iniciar tratamiento profiláctico con medicación para evitar el desarrollo de la misma. En poblaciones con alta tasa de tuberculosis se aplica una vacuna llamada BCG (en nuestro país forma parte del calendario de vacunas obligatorias), que principalmente evita las complicaciones sufridas por esta enfermedad y los casos graves de la misma.

Reducir las condiciones de hacinamiento, sobre todo en las viviendas y lugares de trabajo, así como la buena ventilación de los ambientes, también son medidas importantes para la prevención.