Diabetes Mellitus

¿Qué es la Diabetes Mellitus?
 
La diabetes, es una enfermedad en la que se encuentra alterado el metabolismo de la glucosa  (azúcar). Todas las células del cuerpo, necesitan glucosa para su normal funcionamiento y para que ella puede pasar desde la sangre hasta las células, es necesaria una hormona producida por el páncreas, llamada insulina. Si no hay insulina o si ésta no es suficiente, el azúcar se acumula en la sangre aumentando su concentración, que es lo que le sucede a las personas con diabete mellitus.
 
La diabetes puede ser de dos tipos:
 
Diabetes mellitus tipo I:  se diagnostica generalmente en la infancia y requieren la aplicación de insulina desde el comienzo de la enfermedad. Se debe a una incapacidad del páncreas para producir esta hormona por lo que es necesario proporcionarla de manera artificial ( inyecciones de insulina).
 
Diabetes mellitus tipo II:  habitualmente se diagnostica en pacientes adultos, es la más frecuente y comienza con una insulino resistencia de los tejidos, es  decir que es insuficiente la cantidad de insulina producida por el páncreas. Este tipo de diabetes es la que desarrollaremos a continuación.
 
La diabetes tipo II es una enfermedad crónica que requiere un control regular y el tratamiento a lo largo de su vida. El tratamiento incluye cambios en el estilo de vida y medidas de autocuidado.  
 
¿Cuáles son sus causas?
 
Las causas de la Diabetes tipo II es una combinación de factores genéticos y ambientales.
El riesgo de desarrollarla es de 5 a 10 veces mayor en los familiares de primer grado                   ( hermano, hermana , hijo, hija ) de una persona con diabetes en comparación con una persona que no tiene antecedentes familiares.
Con respecto a los factores ambientales, el sobrepeso y la obesidad, así como el sedentarismo ( falta de actividad física regular), son factores que predisponen a su desarrollo.
Un pequeño número de mujeres embarazadas, pueden desarrollar diabetes durante el embarazo llamada “diabetes gestacional”. Esta diabetes se resuelve al finalizar el embarazo.
Las mujeres que sufrieron “ diabetes gestacional” tienen mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo II durante su vida.
 
¿Cómo se diagnostica?
 
El diagnóstico se basa en el resultado de análisis de laboratorio. 
En la primera etapa es asintomática, por lo que es necesario recurrir al laboratorio midiendo los niveles en sangre de azúcar estando en ayunas ( glucemia en ayunas).
Si este valor está alterado ( glucemia mayor o igual a 126 mg/dl) y se confirma al repetir el laboratorio, hacemos el diagnóstico de diabetes.
Otros exámenes que nos pueden ayudar es el de la curva de glucemia ( se mide la glucemia en ayunas y a las 2 hs de tomar un sustancia muy azucarada) y la llamado Hemoglobina glicosilada .La hemoglobina es una proteína que se encuentra dentro de los glóbulos rojos de la sangre y que se ocupa del transporte de oxígeno a los diferentes tejidos del cuerpo. Sin embargo, también tiene afinidad por la glucosa que se une  a ella sin la acción de la insulina. Cuando su nivel en sangre está aumentado, nos permite inferir que la concentración de azúcar promedio en sangre en los últimos  dos o  tres meses fue elevada.
 
Cuando la Diabetes está más avanzada y no se ha tratado correctamente, pueden aparecer los siguientes síntomas:
 
  • orinar con mucha frecuencia
  • estar muy sediento
  • visión borrosa
  • dolores u hormigueos en las piernas
  • dificultad para cicatrizar heridas
  • micosis ( hongos) frecuentes
 
¿Cuáles son las complicaciones de la diabetes?
 
Las principales complicaciones son las cataratas, las neuropatías ( producen dolores musculares), el infarto de miocardio, los accidentes cerebrovasculares, la amputación de un miembro ( pie o pierna), entre otras.
 
¿Cuál es el tratamiento de la diabetes tipo II?
 
El tratamiento de la diabetes incluye cambios en los hábitos de vida como tener una alimentación adecuada, mantener un peso saludable y actividad física regular. Muchas veces estas medidas son suficientes para mantener los niveles de azúcar en sangre normales. Si no es suficiente, recurrimos a medicamentos específicos y si es necesario a la aplicación de insulina.
Como dijimos anteriormente, la diabetes es una enfermedad crónica, por lo que requiere de controles regulares y el cumplimiento a largo plazo de las medidas terapéuticas.
Para conseguir un buen control de la Diabetes Mellitus, también  es imprescindible la educación terapéutica en diabetes que es  impartida por profesionales sanitarios ( médicos,nutricionistas o enfermeras)  y buscan adiestrar  al paciente y a  las personas cercanas a él en todo lo referente a los cuidados necesarios, tipo de alimentación, actividad física y controles requeridos.
Afortunadamente con los recursos actuales terapéuticos con que contamos, es posible el perfecto control de esta enfermedad evitando sus complicaciones.
 
¿Cómo podemos prevenirla?
 
La mejor forma de prevención es manteniendo hábitos de vida saludables. Una adecuada alimentación, un peso  adecuado y la práctica de actividad física regular pueden actuar reduciendo el riesgo de padecer esta enfermedad aunque tengamos antecedentes de la misma en nuestra familia. Una pérdida de peso mínima, incluso de 4 kg, con frecuencia mejora la hiperglucemia y una pérdida similar reduce hasta en un 60 % el riesgo de sufrir diabetes.