¿Cuándo es conveniente hacer estudios para buscar el Helicobacter Pylori?

Es posible que algunas personas hayan escuchado hablar del helicobacter pylori (H. pylori) en relación a algunos problemas gastrointestinales. La idea de este artículo es comentar las implicancias de esta bacteria en la salud.

El H. pylori es un tipo de bacteria que se encuentra presente en el tubo digestivo (estómago, intestino) en un porcentaje alto de la población, variando este porcentaje entre distintos países. No se conoce con exactitud cuál es la causa de esta bacteria por lo que no hay recomendaciones específicas para evitar el contagio. En Argentina entre el 35 y 70 % de la población puede presentar esta bacteria. En la mayoría de las personas no existen síntomas manifiestos que pongan en evidencia la presencia de este germen.

Sin embargo existen algunas situaciones particulares donde la identificación de esta bacteria y su posterior tratamiento pueden ser relevantes.

¿Cuáles serían las situaciones en las que resulta importante identificar el H. pylori?

En poblaciones que presentan patologías determinadas como:

–    úlcera gástrica (lesión o llaga de la pared del estómago)
–    úlcera duodenal (lesión o llaga de la pared del duodeno)
–    antecedente de úlcera
–    cáncer gástrico (de estómago) temprano
–    linfoma gástrico (de estómago)


En todas las situaciones antes mencionadas la identificación de la bacteria y su posterior tratamiento mejora el pronóstico.

Todas las situaciones clínicas antes mencionadas son menos frecuentes que la dispepsia (ver abajo). Cerca del 50 % de la población ha presentado alguna vez dispepsia a lo largo de su vida. La prevalencia de dispepsia que ha requerido de asistencia médica es cercana al 15 %. El cáncer gástrico en occidente afecta a personas que tienen en promedio 69 años y su frecuencia es de 1 persona afectada en 111. La úlcera duodenal es más frecuente que la gástrica, y afecta entre un 5 y un 14 % de la población occidental. Tanto la frecuencia del cáncer gástrico como el de la úlcera está en disminución en el mundo. El linfoma gástrico es muy infrecuente, solo 4 % de los cánceres gástricos serán linfomas. 

Se denomina dispepsia al conjunto de síntomas  que se localizan en la parte alta del abdomen. Si ha sido estudiada podemos diferenciar la dispepsia que se asocia a lesiones o inflamación de la mucosa del tubo digestivo (gastritis, úlcera) o dispepsia que no se asocia este tipo de problemas y que se la denomina como funcional

En personas que presentan dispepsia (acidez, ardor, plenitud, eructos, nauseas) con síntomas persistentes a pesar de tratamientos adecuados puede justificarse la búsqueda del H pylori y su posterior tratamiento.  

La identificación de la bacteria se puede realizar mediante ciertos test (antígeno en materia fecal o test de urea espirada) o bien  mediante endoscopía (estudio que se realiza a través de una cámara que se introduce en el tubo digestivo).  
La decisión de realizar solo el test o la endoscopía dependerá de la edad del paciente y de los síntomas que acompañan la dispepsia, por ejemplo pacientes que manifiesten pérdida de peso o dificultad para tragar,  probablemente requieran una evaluación mediante endoscopía mientras que pacientes menores de 55 años que no presentan otros síntomas más que los que se describen como dispepsia (acidez, ardor, plenitud) podrían ser evaluados mediante un test y sin endoscopía. Estas decisiones dependerán de la valoración que el mismo paciente y su médico compartan. 

Así como las entidades antes mencionadas pueden merecer la búsqueda de esta bacteria existen otras situaciones frecuentes como el reflujo gastroesofágico (acidez o ardor que sube hacia la garganta, que empeora estando acostado) en los que no está indicado buscar el H pylori ya que no se ha visto beneficio significativo con su tratamiento. 

¿Cuál es su tratamiento?

Existen diferentes esquemas de tratamiento que consisten básicamente en la administración por vía oral (por boca) de antibióticos y antiácidos, en general estos tratamientos duran dos semanas. Una vez realizado el tratamiento dependiendo de la situación clínica del paciente se pueden realizar nuevos test para evaluar la efectividad del mismo.